¿Sólo amigos?
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—¿Y ustedes son pareja? —Nos preguntó el vocalista desde el escenario, yo afirmé con la cabeza, mientras mi esposa, esa mujer con la que me casé hace diez años, me negó, sí, la muy sinvergüenza me negó, como si fuera yo un simple acompañante, uno de esos desdichados habitantes de la Friendzone; entonces fue que pude ver la reacción de sorpresa y confusión de parte del chico y su banda, ante nuestra contradictoria respuesta; y fue ahí que caí en cuenta que la había regado, traté de explicarme para arreglarlo un poco, sin embargo, solo logré confundirlo más, pero esta no sería la última sorpresa que se llevaría de nuestra parte, él aún no lo sabía, pero se había convertido en la presa de Mariana.
Pero no piensen mal de mi esposa, no es que se avergonzara de su marido ni nada por el estilo, es que ese día no fuimos como una pareja SW, si no solo como un par de amigos que salieron a divertirse juntos, un par de amigos solteros que salen de cacería. Ahora tal vez ustedes estarán pensando —¿pero qué necesidad puede tener una pareja SW de montar esta escena? —ahora les explico...
Hace tiempo escuchamos un relato de una pareja SW que salió a un bar en una cita doble, haciéndose pasar por un par de amigos; y bueno la idea nos encantó, así que decidimos hacer algo similar. El plan era salir a algún bar o antro vainilla (no swinger) en plan de ligue, el objetivo era ligar a alguna pareja, lo cual obviamente sería difícil, pero como segunda opción teníamos ligar cada uno por separado. Elegimos ese antro a propósito, buscamos uno donde se pudiera bailar, esto con el objetivo de poder sacar a bailar a alguna chica o qué a Mariana la invitaran; donde asistieran personas de mediana edad “chavorrucos” cómo nosotros; y de preferencia con música en vivo, eso sólo porque nos gusta la música en vivo.
Al llegar al lugar supimos que habíamos elegido bien, la mayoría de personas estaban al rededor de los 40's, había varias parejas, pero además había dos mesas celebrando despedidas de soltera, más otro grupo de amigos que venían solos, en fin había muchos prospectos para cazar.
Comenzó la música del Dj, el grupo tocaría más tarde, poco a poco la gente comenzó a bailar y el ambiente se prendió, Mariana se acercó al grupo de la despedida de soltera y comenzó a bailar con las chicas, después de bailar me presentó "como su amigo" y estuvimos bailando todos en círculo, pusimos especial atención a una chica que nos encantó a ambos, parecía ponerle especial atención a Mariana pero en realidad era muy atenta y coqueteaba con ambos; y bueno, hemos cazado parejas y singles antes, y se nos ocurrió qué tal vez hoy, solo tal vez, podríamos cazar a nuestra primera unicornio, la vida es como una caja de chocolates ¿no? nada perdíamos con intentar.
Transcurría la noche y uno a uno fueron llegando los integrantes de la banda, la mayoría de ellos irrelevantes; hasta que llegaron los vocalistas, ella, una preciosa petite, y él, Ricardo le llamaremos, un Colombiano bastante atractivo, debo aceptarlo; y aquí les confieso que conozco bastante bien a mi mujer, hay cosas para las que no necesitamos más que una mirada y pude identificar la suya de inmediato, ahí entendí que mi leona ya había elegido su presa, pero esta, cual gacela pastando inocentemente, no tenía idea lo que lo acechaba.
¿O tal vez sí...?
Esa noche llegamos temprano, así que tuvimos la oportunidad de elegir donde sentarnos; estratégicamente elegimos un lugar frente al grupo, y junto al pasillo, normalmente no nos gusta estar en la pasadera pero queríamos tener más interacción y pensamos que sentándonos ahí tendríamos más oportunidades, y funcionó, esa buena ubicación sumada a la casi imaginaria minifalda de Mariana, propició que el contacto visual entre ella y Ricardo fuera más frecuente, él aprovechó cada descanso para ir a platicar con nosotros con alguna excusa, y resultó ser bastante agradable, así que ahí lo decidimos, la cacería había comenzado.
En algún momento se acercó a la mesa contigua y yo hice como que iba al baño para dejar que hablaran, sabía que él aprovecharía la oportunidad de hablar a solas con ella, así que me dirigí al baño, pero solo me oculté entre la gente que bailaba, no me iba perder esa escena.
Tal como lo predije él aprovechó la oportunidad de inmediato, solo bastó una mirada de Mariana para que se acercara a ella, hablaron de prisa y él se alejó. Yo volví después de unos minutos y ella me lo confirmó, él le preguntó si éramos pareja, ella lo negó, afirmando que solo éramos amigos, intercambiaron números y se alejó.
La noche transcurrió y al fin recibimos un mensaje suyo, Mariana lo invitó a seguirla y él aceptó. Hasta ese punto él no sabía nada de nuestro juego, y tal vez no lo habría sospechado nunca, sin embargo al calor de las copas y con la buena música fue difícil mantener nuestros personajes y más de alguna vez nos besamos de una forma no tan platónica, lo cual obviamente él notó ya que lo teníamos justo enfrente. Esto provocó que dejara de hacer contacto visual con Mariana, incluso dejó de contestar los mensajes.
—Iré a hablar con el, ¿estas de acuerdo? —me dijo con toda seguridad, yo no me lo esperaba, sólo me reí y le contesté —¿pero que le vas a decir? —ella me miró con esos ojos de niña traviesa y me dijo —pues la verdad, no tenemos tiempo para andar con rodeos —solo asentí y le deseé suerte.
Vi que se acercó a él y le pidió que hablaran, se alejaron un poco de la banda y empezaron a platicar, él me daba la espalda por lo que no pude ver su reacción, pero en un momento volteó a verme como esperando alguna señal, yo solo sonreí, sabía que Mariana lo había logrado.
Claro que no, por supuesto que no nos rendiríamos tan fácil....
—Puedo volver a entrar y hablar con él —me preguntó Mariana, yo solo me reí y acepté de inmediato, ella tocó la puerta y pidió entrar con la excusa de que olvidó el bolso, fue hasta él, lo encontró sentado en la barra platicando, le indicó que se acercara a ella, y una vez a solas le dijo —mi marido nos está esperando afuera, vámonos ahora —hubiera querido ver su cara, dice que él no le dijo nada, solo tomó sus cosas y la acompañó. Al fin salieron ambos, él solo me miró con una expresión de incredulidad, yo me reí y le dije que entrara al Uber, y así nos dirigimos al Motel los tres.
Y tal vez te preguntes (yo me lo preguntaría) ¿qué platicaron durante el camino? Pues trivialidades, nosotros íbamos súper excitados y me imagino que él también, sin embargo, se notaba que estaba muy nervioso, así que tratamos de relajar la situación con temas casuales, más adelante le comenté que antes de cualquier cosa hablaríamos para aclararle las reglas y si no estaba de cómodo con la situación, podría retirarse sin ningún problema.
Al llegar a la habitación le ofrecimos una bebida, le explicamos ya más tranquilamente que somos una pareja Swinger, que sabíamos perfectamente lo que hacíamos y que esto era un juego nuestro, uno en el que él se convertía en el juguete de Mariana, le aclaré también que yo soy 100% hetero, así que no tendría que preocuparse por experimentar algo más; una vez que lo asimiló aceptó participar.
Y bueno, me imagino que esta es la parte que muchos quieren leer, así que sin mas rodeos aquí voy:
Primero Mariana lo desnudó, después se desnudó ella (él no se atrevía a tomar iniciativa), y no es que ella trajera mucha ropa pero vaya que desnuda se ve aún más hermosa, él no pudo disimular al verla. Ella lo condujo hacia la ducha y cual leona saboreando su presa lo fue recorriendo con sus manos y boca, yo, simplemente los observaba desde la cama.
Algunos minutos pasaron, salieron, ella lo secó delicadamente, lo acostó en la cama y por fin se dedicó a devorar a su presa, vaya que le había costado conseguirla. Yo la dejé disfrutarlo, me situé en una silla frente a ellos, me serví un tequila y disfruté el espectáculo, después de algunos rounds ella me invitó a acompañarlos, yo me situé a su derecha, él a su izquierda y así, entre los dos, nos dedicamos a darle placer a esa mujer, que sin saberlo, nos había cazado a ambos.
Conclusiones
La caza de vainillas, es en definitiva la práctica que más nos ha gustado en el mundo liberal, la adrenalina que generan esas situaciones de incertidumbre no se compara con ninguno de los encuentros con parejas que hemos tenido, sin embargo, y hay que decirlo, el riesgo que conlleva realizar este tipo de "conquistas" en lugares vainilla es bastante alto, en primera porque te expones cómo pareja, al dejar al descubierto tu estilo de vida en público, pero también al realizar el encuentro, ya en privado, y es que no muchos están preparados para manejar las emociones que se generan durante una experiencia como esta, y en consecuencia su reacción puede no ser la esperada, al grado de ser peligroso.
En uno de los "descansos" que tuvimos en la habitación, le preguntamos a Ricardo cuál fue su impresión al escuchar la propuesta de Mariana, y nos confesó que obviamente al inicio no lo creyó, pensó que era una broma o algo por el estilo; que se había dado cuenta que éramos pareja (era imposible no notarlo), y que se distanció para evitar tener un problema conmigo, pero que nunca en su vida pensó llegar a tener un encuentro cómo ese y cuando escucho la propuesta simplemente quedó en shock, Mariana le encantaba y la idea del trío le hacía volar la imaginación, simplemente no podía decir que no.
Y bueno, esperamos que les haya gustado esta historia, que cómo siempre, les compartimos cómo una forma de expresar esas emociones que resultan de estas experiencias, pero también nos gusta creer que algunas de estas reflexiones pueden servir para otras parejas, que como nosotros, estén dando sus primeros pasos en este maravilloso mundo liberal.
Si llegaron hasta aquí les agradecemos su atención y ambos les deseamos que pasen felices fiestas, hasta luego.
Comentarios
Muy buena y excitante experiencia saludos chicos
ResponderEliminarExcelente historia, estoy intentando llevar a mi esposa por estos caminos, si tienes consejos te agradezco.
ResponderEliminarLa mejor estrategia es la paciencia amigo, y el premio a ello es inborrable. Saludos
ResponderEliminarQué lugar fue donde bailaron?
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