Nuestro regreso al Club Swinger


Si has estado siguiendo nuestras aventuras, seguro habrás notado nuestra aversión hacia los Clubes Swinger, sabrás también que ese sentimiento no es infundado, vaya que intentamos hacer que nos gustaran, pero por diversos factores ninguna de nuestras visitas fue satisfactoria.


¿Pues qué pasó?


Bueno, ahora te haré un breve resumen. En nuestros inicios, tal como muchas parejas, probamos suerte yendo a un club Swinger, más que nada en busca de conocer parejas, en total visitamos tres de ellos, y sinceramente no fueron buenas experiencias, digamos que tenían muchas áreas de oportunidad, algunas tan simples como la limpieza y otras más complejas como la ubicación o las instalaciones. Detalles que creemos que sí hubieran hecho una gran diferencia en nuestra experiencia, sin embargo, para ser justos, hoy viéndolo en perspectiva y basado con nuestra reciente visita a un club, creemos que gran parte de esa aversión fue causada por nuestra propia actitud en ese tiempo. Pero para darte un contexto más amplio, hoy te voy a contar esta nueva experiencia.


Todo empezó cuando fuimos a un festival de cata de vinos, el día transcurrió entre copas de vino tinto y buena música, y yo creo que ese vino tenía algo, porque de inmediato nos dio por cazar vainillas, hicimos el intento con una pareja, e incluso con un guapo británico que le encantó a Mariana, sin embargo no hubo suerte. El festival terminó temprano y decidimos probar suerte en un bar, tan pronto llegamos, vimos que había bastantes prospectos de caza, ya Mariana estaba empleando su táctica de acercamiento cuando vimos a unos conocidos vainillas al fondo del bar, la caza ya no sería una opción. El lugar era agradable y había buen ambiente, pudimos haber seguido ahí la fiesta, pero como te dije, ese vino había despertado algo, queríamos jugar.


Nunca digas Nunca


Se me ocurrió revisar twitter con la intención de acoplarnos con alguna pareja que anduviera también de fiesta, y la primera publicación que vi era de una pareja que había visitado este nuevo club que últimamente ha tenido mucha popularidad. Si una lección nos ha dejado este ambiente es a Nunca decir Nunca, así que a pesar de nuestras malas experiencias en clubes swinger, siempre estuvimos abiertos a la posibilidad de volver a uno. Le pregunto a Mariana que si se le antoja que vayamos, y después de pensarlo un momento me dice —Va, démosle otra oportunidad —.


Y ahí estábamos ya, la ubicación resultó ser la misma donde estaba un club llamado Ganesh, que tuvo que cerrar por la pandemia, de hecho tuvimos la oportunidad de visitar ese club antes que cerraran y sinceramente nuestra experiencia no fue mala, hasta podemos decir que de los tres que visitamos esa experiencia fue la mejor; aunque para ser sinceros, tampoco nos encantó. 


Y bueno, ahora sí te diré cómo es este nuevo lugar:


El ingreso


El exterior prácticamente era el mismo, una fachada oscura y austera que lo hace pasar desapercibido, además está ubicado en una zona muy poco concurrida, lo que hace que la probabilidad de que alguien te vea entrar al pasar sea mínima. 


Al ingresar el anfitrión nos recibe y nos pregunta, ya nos han visitado antes la verdad es que ya es otro club, así que preferimos decir que no; entonces procede a darnos un pequeño tour por el lugar, y debo agregar que este buen detalle nunca nos había tocado en ninguna de nuestras otras visitas.


La imagen


Lo primero que notamos al entrar en el lugar anterior eran las mesas y sillas como de botanero, y no me malinterpretes, me encantan esos lugares para ir con los cuates a ver un partido, pero en este ambiente, siento que buscamos algo de más clase. Así que fue una grata sorpresa ver que cambiaron el mobiliario por salitas lounge, lo cual le da al lugar una imagen más agradable, "ora si que de más caché".


El Playroom


Después nos llevó a la parte de arriba y nos mostró el playroom, sinceramente no lo conocimos en nuestra visita anterior, así que no tengo punto de referencia, pero debo decir que nos agradó bastante, consta de un sillón rojo que se distribuye alrededor del cuarto y otro en medio que hace la función de cama, tiene una ventana enorme que da hacia la pista de baile, lo que hace que el cuarto esté mejor ventilado y elimina ese sentimiento de sofocación que tienen otros playrooms, y lo más importante, se veía y olía limpio. 


Las Cabinas


Procedió entonces a mostrarnos una nueva sección del lugar, Las cabinas. Resulta que tuvieron la buena idea de crear un espacio especial para tomar fotografías, consta de dos pequeñas cabinas con fondos decorados y luz roja que provoca un excelente ambiente para las fotos, obviamente las usamos.


De los consumos


Terminó el recorrido y nos llevó hacia nuestra mesa, como te dije, la imagen cambió muchísimo con el detalle de las mesas y desde el inicio nos sentimos cómodos. Llegó el mesero y nos preguntó qué deseábamos ordenar, ya habíamos estado bebiendo vino tinto y en el segundo bar, cerveza, así que pensamos que con un par de cervezas nos bastaría, pero, resulta que ahora hay un consumo mínimo, teníamos que ordenar una cubeta o una botella, y aquí me voy a detener un poco para hablar sobre este detalle.


De inicio me pareció un tanto excesivo que si ya te están cobrando un ingreso, te pongan también un consumo mínimo, sin embargo, alguien más tarde nos contó,  que era común que la gente visitara el club y lo usara como motel, llegaban, se pedían una o dos cervezas, subían al playroom y se iban, esto obviamente afectaba en las ganancias del club, pero además, normalmente el tipo de gente que hacía eso, ni siquiera eran swingers, no iban tratando de ligar o conocer parejas, literalmente sólo usaban el club como hotel de paso. Y bueno, nosotros hemos sido los primeros en quejarnos de las instalaciones de los clubes, así que sería hipócrita de nuestra parte ahora quejarnos de que suban los precios, hay que entender que lo bueno cuesta.


Del Ambiente y nuestra actitud


Sentados en nuestra mesa, comenzamos a observar a los asistentes, y notamos que había bastantes buenos prospectos, curiosamente, y en contraste con nuestra primera visita, no nos sentíamos nerviosos, nos sentíamos muy cómodos de hecho. Ubicamos una pareja que nos agradó y nos paramos a bailar junto con ellos a propósito, en cuanto hicimos contacto visual nos acercamos a presentarnos, charlamos un poco y nos contaron que eran nuevos, su primera visita y solo venían a conocer el lugar, los dejamos y seguimos bailando. Poco después nos acercamos a otra pareja que también nos atrajo, y bueno, creo que al final llegamos a presentarnos con unas ocho parejas, todas muy atractivas y simpáticas.


Y es que no todo es Twitter


Hubo un detalle que nos voló la cabeza, el cual se repitió con cada una de las parejas que conocimos esa noche. Y es que nosotros somos bastante activos en las redes sociales, en específico de twitter, puedo decir que el 90% de las parejas que hemos conocido ha sido gracias a esa red social, quizá un 5% otras redes y los demás por introducción de alguna pareja ya conocida. Por este motivo, tenemos la costumbre de que al conocer una pareja, casi antes de preguntarles su nombre, les pedimos que nos compartan su perfil; bueno, pues así lo hicimos esa noche, y nos parecía insólito que al pedírselos, algunos se miraban extrañados entre sí, respondiendo que no tenían uno para el ambiente, otros, creo la mayoría, nos contaban que en algún momento intentaron utilizar alguna red social SW, pero nunca les funcionó; vaya, ni se acordaban ya de cual era.


Ya más tarde lo analizamos Mariana y yo, y caímos en cuenta la gran cantidad de tiempo que le tuvimos que invertir a nuestro perfil en sus inicios para poder llegar a conocer gente por ese medio, por lo que no resulta extraño que haya tantas parejas que prefieran asistir a un club y conocer personas reales ahí, de hecho, esta opción suena más viable si lo piensas un poco. No sé qué hubiera pasado si en nuestros inicios, también nos hubiésemos sentido cómodos con los clubes.


En fin, quizá para algunas personas sea algo obvio y nuestra sorpresa les parezca ridícula, pero para nosotros fue toda una revelación entender que hay un montón de parejitas agradables por ahí, que no están en ninguna red social.


De los Singles


Hay otro detalle a destacar que contribuyó en gran medida a que tuviéramos una buena experiencia, la falta de hombres solos.


Permítanme explicarlo, no es que tengamos problema con los singles, la verdad es que hemos salido con algunos e incluso los hemos llegado a considerar amigos. Nuestro problema es que, en nuestras visitas anteriores a los clubes, se suponía que no era noche de singles, dicho en otras palabras, sólo se permitía parejas y chicas solas, sin embargo, en esas visitas, era más que evidente que había una gran cantidad de hombres solos con respecto al número de mujeres, lo que nos hace pensar, y sé que no me equivoco, que el club cobraba más a esos hombres solos por ingresar, usándonos a las parejas como una mercancía, este detalle, a pesar de nunca haber tenido una experiencia desagradable con ningún single, siempre me pareció detestable. 


Ciertamente sí ubicamos por lo menos un par de hombres solos, pero, iban acompañados de una pareja, de hecho, uno de ellos era el novio de una pareja que conocimos, así que, entendemos que toda regla tiene una excepción.


Venciendo prejuicios


La verdad es que la noche transcurrió muy bien, conocimos a varias parejas e incluso empezamos a jugar con ellas en la pista, por lo que el siguiente paso, obviamente sería trasladar el juego al Playroom.


Y bueno, debo decir que, si teníamos una leve aversión a los Clubes, en el caso de los Playrooms, era una absoluta repulsión. Y no es que hayamos tenido una mala experiencia en alguno, la verdad es que nunca habíamos jugado en uno. En el Hotel Desire por ejemplo, hay uno excelente, los conocedores dicen que es uno de los mejores, y en ninguna de nuestras visitas nos atrevimos a jugar ahí. Pero en este caso, a diferencia de los clubes, nuestra repulsión era infundada. Y como dije, esa noche nos sentíamos muy cómodos, así que de nosotros salió invitar a las parejas al Playroom.


Y la cereza en el pastel


Llegamos al Play y comenzamos a jugar Mariana y yo, de inmediato le quité la ropa; toda, me encanta verla desnuda, y me excitó ver que todos la voltearan a ver, las demás chicas estaban vestidas de hecho, quizá con los senos al aire pero nada más, acosté a Mariana en el sillón central, que cumple la función de una cama, y comencé a darle sexo oral, el chico de una de las parejas se acercó y nos preguntó educadamente si podía jugar con nosotros, y quizá este fuera uno de nuestros miedos, que gente ajena se pusiera a manosearnos sin permiso, spoiler: no pasó. Mariana accedió y él se acercó a ella haciendo ademán de darle un beso, ya habían jugado bastante en la pista, así que para este punto los besos ya estaban de más, entonces procedió a hacerle un oral a él, yo aproveché para acercarme a su chica quien comenzó a darme un oral a mi, de pronto, vi que otro chico se acercó y también le pidió permiso a Mariana de jugar con ella, que aceptó la segunda invitación y procedió a hacerles un oral a ambos. 


Mariana estaba desnuda en medio del playroom, con dos chicos en su boca y en cuatro, no pude más con la escena y tuve que dejar a la chica con la que estaba jugando y preferí ir a cogerme a Mariana, la escena general era exquisita, en cada lado de la habitación había parejas haciéndolo, de pronto vi a una pareja que se me hizo conocida, era la primera pareja que conocimos al llegar al club, los que sólo venían a ver, ambos se masturbaban mutuamente sentados muy cerca de Mariana, observándonos. Como ya sabrán, nuestro deporte favorito es cazar vainillas curiosos, por lo que le hice una seña a Mariana para que viera a la pareja, obviamente Mariana entendió el mensaje, se acercó a ella y la besó, ella le correspondió, entonces él comenzó a acariciar a Mariana, yo me acerqué cautelosamente, no me gusta ser invasivo con una pareja que sé que está comenzando, comencé a acariciar a Mariana solamente, y de pronto sentí que alguien me tomó la mano y me la puso en el pecho de la chica, aún no puedo saber si fue él o ella, pero da igual, era la señal que necesitaba para jugar con ella.


No sé cuánto duró esto, no sé qué habría pasado si hubiéramos tenido más tiempo, pero fue entonces que llegaron a decirnos que el Club ya había cerrado, serían ya casi las 5 AM. Y así terminó la noche, todos nos despedimos, intercambiamos números y prometimos volver a vernos en el club.


Conclusiones


Como dije, las mejoras que hicieron al club fueron de gran ayuda para que tuviéramos una buena experiencia, aunque cabe resaltar que como en cualquier antro, sea vainilla o del ambiente, hay áreas de oportunidad que esperamos sigan mejorando. Sin embargo, he de reconocer que fue nuestra actitud lo que más repercutió, y es que, en nuestras visitas anteriores apenas estábamos comenzando, de hecho, hasta la tercer visita ni siquiera habíamos hecho un intercambio, por lo que nuestra actitud era más estar a la defensiva, de hecho nunca nos animamos siquiera a presentarnos con alguna pareja, bueno, con una más por casualidad.


Por último, hay un aspecto que quiero destacar, el valor que hay que tener para emprender con un Club Swinger, y es que, viéndolo desde el punto de vista de la mercadotecnia, la clientela potencial de un club Swinger es muy limitada, por lo que emprender un negocio para un mercado tan específico me parece que ha de ser algo arriesgado, y en verdad me resulta admirable quienes tienen el arrojo para entrar en este rubro. Y la verdad es que nosotros hemos criticado varias veces las pésimas condiciones en las que se encuentran algunos clubes, sin tomar en cuenta lo complicado de su mercado.


Y bien, no sé qué pasará, ¿será que ahora nos volvamos aficionados al Club Swinger?, como dije, Nunca digas Nunca.


Si llegaste hasta aquí, agradecemos tu atención, y espero te haya gustado este relato, que como siempre compartimos, solo por el gusto de contar nuestras aventuras, pero también nos gusta creer que algunas de estas anécdotas pueden ser de ayuda para otras parejas que como nosotros hace poco, estén dando sus primeros pasos por el maravilloso mundo liberal.

Comentarios

  1. A nosotros nos gusta ir allí, no somos de hacer amigos, nos gusta el anonimato

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  2. Excelente relato, somos una pareja nueva en el ambiento y esto hace que tengamos un poco mas de confianza para asistir a un establecimiento sw

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