De malas experiencias y designios de Swingalea

Vamos en el Uber hacia el lugar de la fiesta (nuestra primera fiesta swinger solo para parejas), de pronto se acaba el pavimento e inicia el empedrado, poco a poco este se va convirtiendo en una brecha que transcurre entre un laberinto de casas en obra negra y terrenos baldíos, ninguna luminaria funciona y pareciera que todas las casas están deshabitadas.

Las condiciones de la zona no son ninguna sorpresa, el lugar del evento está ubicado en una de las colonias más pobres y olvidadas de GDL, estábamos al tanto de ello y sabíamos los riesgos que implicaba; aun así no creímos que eso fuera a influir en nuestra diversión, sin embargo la Diosa Swingalea nos tenía preparados otros designios.

Ha llovido mucho, este día ha sido uno de los más copiosos del año, algunas de las calles están inundadas y el chofer tiene que buscar otro camino para poder llegar a nuestro destino, dentro de mí solo pienso que si fue difícil llegar, será aún más difícil que un Uber nos recoja en la madrugada, pero ya llegamos hasta aquí, y no pensamos rendirnos.
 
Por fin llegamos a la fiesta, el lugar es una típica terraza para eventos, jardín, barra, baños, una pequeña pista de baile y una especie de casa-departamento de campo en cuyos cuartos se improvisaron los play-rooms. Nos llama la atención que el lugar está muy obscuro, al principio pensamos que era por el tema de la noche, sin embargo más tarde nos enteramos que no había luz en toda la colonia, de nuevo Swingalea nos castigaba.

Nuestros ánimos aún están al tope y a pesar de los problemas, venimos decididos a conocer gente y divertirnos, incluso fuimos de los pocos que llevamos disfraz, así que pensábamos llegar hasta el final con esta experiencia.

Las parejas siguen llegando y al parecer hay de todo tipo, ñeros, rockeros, fresas, rancheros, jóvenes, viejos, etc. Sin embargo no hay nadie que nos cause atracción, ni en nuestra mesa ni en las demás, pero aun así tenemos la intención de conocerlos, de hecho esa fue nuestra meta de la noche, conocer personas e intercambiar experiencias.

Sigue lloviendo y bajando la temperatura (al contrario de nuestra incomodidad); la planta alta contaba con unas salitas y una mesa de billar donde creo que pudimos haber interactuado más fácilmente con las parejas, además de habernos evitado la humedad y el frío de la lluvia; pero el detalle de la falta de luz hacía casi imposible utilizarla salvo como un enorme playroom.

Se organizan algunas dinámicas en las que no hay mucha participación, también nos damos cuenta de que la mayoría de las parejas ya se conoce y se juntan en grupos, podemos acercarnos y conocerlos pero tampoco nos sentimos motivados a iniciar una conversación.

Aún con la incomodidad, el tiempo pasa volando y cuando nos damos cuenta ya es la 1:00, sinceramente no nos la estamos pasando nada bien y no parece que pueda mejorar la situación. Llegados a este punto, ambos nos miramos, (tenemos muchos años de conocernos y hay cosas para las que no necesitamos palabras) saco mi teléfono y escribo:

inmediatamente pedimos un uber, afortunadamente no tarda en llegar y nos retiramos del lugar; pero aquí no acaba la noche, la Diosa Swingalea no nos vencerá tan facilmente...

Teníamos previsto que algo así ocurriera y nuestro plan B es conocer un nuevo club, el famoso Sweet Club, este es bastante recomendado y aunque ya varias parejas nos habían comentado que era el más rudo de GDL, nos atrevemos a ir.

Se encuentra ubicado en una de las zonas más concurridas de la ciudad. Entrar es todo una experiencia ya que el club se encuentra en el último piso de un edificio de cinco niveles, básicamente es un penthouse; como cualquier otro club cuenta con dos play rooms, un área de bar, pista de baile, barra, no tiene mesas si no pequeñas salitas lounge, e incorpora un excelente detalle, un balcon con una vista excelente de la ciudad, ideal para salir a despejarse o interactuar tranquilamente con alguna pareja.

Tal vez la suerte no está de nuestro lado esta noche o bien carecemos de la valentía suficiente como para iniciar una conversación pero nuevamente no logramos conocer a nadie, simplemente esta vez tampoco hubo nadie que nos atrajera, de hecho hubo varias personas que nos causaron desconfianza, un detalle que nos llamó la atención es que había varios hombres solos (no era noche de singles), uno de ellos en especial miraba insistentemente a Mariana, tanto que llegó a ser molesto, además de que traía la mandíbula trabada.

Nos quedamos en este lugar unas tres horas, no nos atrevemos a entrar al cuarto obscuro (nunca nos ha atraído la idea), pero en general no nos la estamos pasando mal, todo el personal fue muy agradable, nos explicaron las reglas y se ofrecieron a darnos un tour por las instalaciones, aunque la experiencia no fue la mejor, creo que le daremos una segunda oportunidad a este club.

Algo curioso que notamos, fue que en este club a diferencia del otro que habíamos conocido, parecía haber gente que solo llegaba a tener relaciones en el cuarto obscuro, notamos por lo menos cuatro parejas que llegaron, pidieron una bebida y cinco minutos después sin mediar palabra se dirigieron al cuarto obscuro, después de unos minutos salían de ahí y se iban.

Conclusiones

Entendimos que no podemos solo encomendarnos a Swingalea y esperar tener buenos designios de su parte, se tiene que ser más valiente y atreverse a mínimo conocer a las personas que están en el lugar, sin embargo, hay situaciones extraordinarias que sí pueden influir sustancialmente en el mood para que se dé un encuentro.

No podemos evitar pensar que hubiera pasado en la fiesta si no hubiera estado tan frio y lluvioso o si simplemente hubiera habido energía eléctrica, creo que definitivamente esta historia hoy sería diferente. Pero así fue y no por eso nos desanimamos, pensamos regresar algún día y tener un poco más de valor.

Generalmente mencionamos el nombre del lugar al que nos referimos, sin embargo en este caso decidimos no hacerlo, ya que entendemos que los aspectos negativos de la noche fueron circunstanciales y no responsabilidad del organizador, que de hecho debo decir que hizo todo lo que pudo por que el evento se diera, consiguió una planta de luz que logró hacer funcionar el equipo de sonido y la iluminación del área de la pista, así que tal vez le demos una segunda oportunidad en el futuro.

Como siempre escribimos estas historias con el fin de expresarnos ya que dificilmente se puede hablar de estos temas con nuestra gente cercana, pero además creemos que algunas de estas reflexiones pudieran ser de ayuda para otras parejas que como nosotros estén dando sus primeros pasos en este fantástico mundo liberal.

Si llegaron hasta aquí, les agradezco su atención, así como cualquier comentario, crítica, duda, etc.