Nuestro regreso al Club Swinger

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Si has estado siguiendo nuestras aventuras, seguro habrás notado nuestra aversión hacia los Clubes Swinger, sabrás también que ese sentimiento no es infundado, vaya que intentamos hacer que nos gustaran, pero por diversos factores ninguna de nuestras visitas fue satisfactoria. ¿Pues qué pasó? Bueno, ahora te haré un breve resumen. En nuestros inicios, tal como muchas parejas, probamos suerte yendo a un club Swinger , más que nada en busca de conocer parejas, en total visitamos tres de ellos, y sinceramente no fueron buenas experiencias, digamos que tenían muchas áreas de oportunidad, algunas tan simples como la limpieza y otras más complejas como la ubicación o las instalaciones. Detalles que creemos que sí hubieran hecho una gran diferencia en nuestra experiencia, sin embargo, para ser justos, hoy viéndolo en perspectiva y basado con nuestra reciente visita a un club, creemos que gran parte de esa aversión fue causada por nuestra propia actitud en ese tiempo. Pero para darte un co...

La Revolución Swinger



Considero que si hay algo de lo que los swinger nos debemos de enorgullecer es de ser valientes, hemos desafiado el paradigma más antiguo de la sociedad, la monogamia y lo hacemos conscientemente y asumiendo todos los riesgos y responsabilidades que conlleva.

Como en cualquier revolución, se actúa desde la clandestinidad y se corre el riesgo de ser descubiertos por la sociedad dominante, sin embargo, me gusta creer que de alguna manera peleamos por una causa noble, por una sexualidad más abierta y sincera, sin tanta hipocresía como en el mundo vainilla.

Entiendo que el swinger no es para todos, pero hay aspectos de esta práctica que bien le servirían a cualquier pareja, como la comunicación, la complicidad y dedicar tiempo a su vida sexual, no puedo dejar de pensar cuantas relaciones se habrían salvado solo con poner en práctica una de estas tres.



Todo tiene un precio

Como en toda revolución, se corren riesgos al involucrarse y todos los días se sabe de casos en los que este se vuelve realidad. Aún nos consideramos novatos en este ambiente, no hemos tenido mucha experiencia sin embargo podemos presumir que en la mayoría de los casos nos ha ido muy bien y hemos quedado bastante satisfechos, sin embargo...

Sí Hemos tenido malas situaciones, gente insistente, el/la típic@ que toca sin preguntar, lugares horribles, perfiles falsos, que te hacen invitaciones, etc., y pues ni modo, son cosas que pasan, a fin de cuentas, la suerte ha estado de nuestro lado.

Aunque no podemos echarle la culpa a la suerte, siempre hemos sido bastante precavidos, estableciendo nuestros límites y palabras de seguridad, pero en el ambiente liberal las probabilidades de que algo salga mal son infinitas, las variables son demasiadas como para pretender controlar cada posible escenario y los riesgos son enormes.

Sensaciones

Regresando de nuestro viaje al Pistache, platicábamos sobre lo que habíamos sentido, ese cumulo de emociones que ninguno de los dos habíamos experimentado jamás y nos preguntamos, ¿en que otra actividad de nuestra vida habíamos siquiera llegado a sentir algo similar?

Yo (Fer) he realizado algunas actividades extremas, efectivamente algunas de ellas llegan a acercarse un poco a esa experiencia pero… ese clímax de emociones, ese miedo de ir más allá de lo que tu propio instinto te dicta; considero que son debido a esa pelea entre tu instinto y tu raciocinio.


Hay algo dentro de ti, ese instinto de supervivencia que te dice que no saltes de esa plataforma con una liga, porque te vas a romper la madre… pero ahí vas, te lanzas al vacío, porque se siente chingón, porque quieres vivir una nueva experiencia o porque tal vez la monotonía es igual de peligrosa.
 
El Swinger como deporte extremo

Considero al estilo de vida liberal y más específicamente al Swinger, como una actividad de alto riesgo, definitivamente tiene los mismos, si no es que más peligros que la mayoría de deportes extremos, sin embargo ese Big Bang de sensaciones que se produce al estar en un encuentro con la persona que amas, definitivamente no creo que la puedas experimentar ni aventándote en paracaídas (ya lo hice y no, no se compara).


El cavernícola

Así como tu instinto te dice que no te arrojes al vacío, también te dice que no debes permitir que otro macho se acerque a tu hembra (y viceversa), por más que nos aferremos a la idea de que somos seres civilizados, ese cavernícola que hay en ti jamás desaparece, y es fuerte, fue el mismo que evolucionó durante miles de años y propició que hoy seas la especie dominante en este planeta.



Pero lo vences, vas contra tu instinto, y todo con tal de conseguir ese climax de sensaciones, esa descarga de adrenalina, causada por ese extraño contraste de sentimientos, miedo, celos, novedad, diversión, peligro… los que lo han vivido me darán la razón, vale la pena el riesgo.

La Vida es un Riesgo
 
Como todo deporte extremo, el Swinging tiene muchos riesgos, se toman ciertas medidas para mitigarlos, y como en toda disciplina los más precavidos empezamos con algo básico y poco a poco vamos subiendo el nivel de dificultad. Pero en este caso no se tiene un experto que salte junto contigo la primera vez, alguien más que sea el responsable de abrir el paracaídas. En este deporte, tú (como pareja), estas solo y eres el único responsable de tu seguridad.




En cada nivel de dificultad al que vas ascendiendo te arriesgas a caer al vacío, siempre estás en esa pelea interna entre lo seguro y lo emocionante, pero este mundo es de los que se arriesgan y seamos sinceros, nadie entramos a este ambiente para quedarnos en nuestra zona de confort, si así fuera para empezar jamás habríamos entrado a este ambiente.

Una pareja hace tiempo nos escribió esta frase “El swinger esta para disfrutarse, no para sufrirse”, no podría discutir con eso, sin embargo es imposible prever todos los escenarios así que es un hecho que en algún momento se presentará una situación incomoda y la tendrás que enfrentar.

Y ciertamente nos han ocurrido varias de esas situaciones y al final de cuentas, hemos terminado recurriendo al cavernícola para salir de ellas sanos y salvos.


¿Pero que es lo ganamos con esta “revolución”?

Como lo dije antes, esa explosión de emociones que se da durante un encuentro no se compara con ninguna otra actividad de la vida vainilla, pero no es solo eso, la complicidad en pareja genera confianza y eso en una relación es invaluable.

Por eso estamos decididos a seguir aquí, desafiando al cavernícola y a la sociedad, teniendo nuevas experiencias, con la esperanza de que los designios de Swingalea en nuestro próximo encuentro sean mejores, no sabemos cual será nuestra próxima aventura, pero trataremos de compartirles el relato, deséennos suerte.

Como siempre, utilizamos este espacio para compartir nuestras experiencias como una forma de liberar estos sentimientos que por su naturaleza no se pueden exponer con la mayoría de la gente, pero también creemos que algunas de estas reflexiones pudieran servir a otra parejas que como nosotros, también estén iniciando en el maravilloso mundo liberal.

Si llegaron hasta aquí, les agradecemos su atención y nos encantaría recibir sus comentarios, críticas, etc. hasta pronto…

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