Los negocios en el mundo Swinger

Mariana y yo, como la mayoría de los chavorrucos nacidos entre los 70’s y 80’s, crecimos con una educación tradicional, en la que se te enseñaba que tenías que estudiar y ser un profesionista para aspirar a tener un mejor futuro. Posiblemente fuimos la última generación en vivir este cambio de paradigma, donde se dejó de dar tanta importancia a un título universitario y surgieron varias profesiones que dependen más del talento o peculiaridad de la persona, impulsado también por las redes sociales.

Hoy en día vemos movimientos como los Youtubers, Influencers, Instagramers, etc. gente que promociona sus "habilidades" o su cuerpo y vive de ello, esta gente hoy en día es tan famosa que es el equivalente a nuestros antiguos ídolos de la tele (sí, como Chabelo o el Santo, aunque nos cueste admitirlo), crean tendencias, modas, son buscados por grandes compañías para promocionar sus productos, y millones de personas están al tanto de sus actividades cotidianas.

El mundo liberal no es la excepción, muchas personas han encontrado su fuente de ingresos en prácticas parecidas a los influencers, pero relacionadas al sexo y más concretamente al SW. Hoy vemos en muchos perfiles del ambiente, a personas vendiendo ropa interior usada, videos personalizados, acceso a grupos privados de Whatsapp, Onlyfans o alguna otra plataforma.

¿Pero cual es la línea entre la prostitución y el SW? 
Este tema es bastante polémico, y todos tenemos una opinión diferente, la mayoría de blogs y podcast del ambiente lo han tocado alguna vez.

Básicamente y como nosotros lo vemos, las opiniones se dividen en dos grupos:

Hay quienes piensan que para ser genuinamente Swinger, se debe estar en este ambiente sin fines de lucro, sin otro interés más que el simple placer de experimentarlo. Sinceramente nosotros nos identificamos más con este grupo, de hecho en los encuentros que hemos tenido, hemos optado por organizar y pagar la mayor parte nosotros, más que nada como una forma de tener el control de la situación.

Pero existe otro grupo, que es el que está causando cada vez más polémica, que además de seguramente disfrutar del ambiente, lo han utilizado como plataforma para obtener algún ingreso extra o incluso vivir de ello.

Por ejemplo, es bastante común ver publicaciones donde parejas dicen tener la fantasía de ser escort por un día, las hay quienes lo disfrazan, pidiendo algún regalo de la pareja o single con quien van a interactuar. Son este tipo de prácticas, las que más nos causa escozor, ya que muchos sentimos que es una prostitución disfrazada y que eso de alguna manera daña a este ambiente.

Por todo esto hemos llegado a preguntarnos cual es la línea que separa la prostitución, de la vida liberal; a la conclusión que hemos llegado es que no son mutuamente excluyentes (déjenme explicar), y es que, nos hemos dado cuenta, que en este ambiente fomentamos la libertad sexual y nos quejamos de lo cerrados y puritanos que son los vainillas, nos indignamos por como osan juzgar la vida liberal y nos obligan a vivir en el anonimato y la clandestinidad, sin embargo consideramos que... 

A veces somos un tanto hipócritas, ya que somos nosotros los que muchas veces juzgamos a los que, dentro del ambiente, realizan prácticas que salen de nuestro “rango de actividades aprobadas” como si hubiera una especie de Organismo Liberal que regulara las actividades para otorgarte un carnet de socio vigente. 

Lo sé, ahora estarás diciendo “Quien es este güey para decirme a mí hipócrita” y no es nuestro propósito ofender ni causar conflictos, pero es que nosotros también lo hemos sido, hipócritas y prejuiciosos en varias ocasiones, y les cuento algunas de ellas:

En nuestra visita al Pistache, tuvimos la suerte de conocer a una actriz porno, Pamela Rios, sinceramente se nos hizo extraño que una actriz porno, visitara un hotel SW, ya que, ¿qué necesidad podría tener una actriz porno de sexo, si a eso se dedica? Bueno, estuvimos platicando con ella y extrañamente resulta que ¡ES UNA PERSONA COMÚN GOEY!, con familia, necesidades y problemas como cualquiera y su vida profesional no tiene relación con su vida personal.

En nuestra primeravisita a un club SW, conocimos a una pareja que presentaron un performance de sexo en vivo, la chica además es escort y resulta que son una pareja SW, así que de igual manera llegamos a pensar, ¿Que necesidad pueden tener de estar en el ambiente, si es escort? Pues resulta que de igual manera, saben separar su vida privada de la profesional.

Ahora pensarán, bueno, es lógico que si eres escort o actriz porno, te hagas swinger, pero No, alguna vez contratamos a una escort (si no han leído el relato se los recomendamos) y le encantó el juguete de Mariana, Mariana le preguntó si tenía uno de esos, o de cual usaba ella (nuevamente suponiendo que por ser escort tenía que tener todo un arsenal de ellos), a lo que nos contestó un tanto airada que… ¿Cómo iba tener eso en su casa, que diría de ella su marido?.

En ese momento nos pareció ridícula su respuesta, pero hoy con más experiencia y después de conocer un poco más del ambiente, nos damos cuenta de nuestro error, ya que para estar en el ambiente Swinger, es necesario que te encante el sexo, pero es indispensable que ames y confíes en tu pareja, y nosotros, que integramos este ambiente deberíamos de ser los que menos lo juzguen con dureza.

Por lo tanto desde nuestra humilde opinión, respetamos las prácticas de cada pareja y consideramos dentro del ambiente SW a todas aquellas que juntos realicen cualquier práctica sexual que les cause placer y no dañe a un tercero, y no deberían de ser propensos a que se les ridiculice o señale, (Sí, esto es muy común, muchos nos hemos burlado de publicaciones donde prácticamente subastan a la chica a cambio de algún beneficio, y sí son graciosos), sin embargo considero que lo importante para recibir este respeto es la honestidad.

Si una pareja pide dinero por las tangas usadas de la chica, regalos a cambio de estar con ellos, que el single se lleve todos los gastos, ser escort por un día, etc. debería ser respetable, siempre y cuando sean honestos y se expliquen esas condiciones por anticipado, ya será la contraparte quien decida libremente si las quiere cumplir o no, y en caso de aceptarlas, no debería andar mencionándolo y lloriqueando como si lo hubiesen obligado (situación común entre los singles).

  

Desgraciadamente hay muchas personas que sí se aprovechan de este ambiente, diciéndose Swingers para atraer más clientes o peor, para engañar parejas y cometer fechorías, a esas personas sí se les debe evidenciar, o bien reportar las cuentas (cosa que hemos hecho varias veces a petición de alguna pareja).

Consideramos, éste un tema bastante polémico y ciertamente tiene muchos matices pero creemos que los ingredientes principales para convivir en el ambiente son el respeto y la honestidad, y nadie debería tener el derecho de señalar a otros, siempre y cuando actúen con honestidad, respeto y sin dañar a terceros.

Como siempre, escribimos estas reflexiones con el fin de expresarnos ya que es complicado hablar de estos temas en el mundo vainilla, pero también creemos que algunas pueden ayudar a otras personas que como nosotros, estén dando sus primeros pasos en el maravilloso mundo liberal.

Si llegaron hasta aquí, les agradecemos su atención y el tiempo que dedicaron a leer esto y sabiendo que es un tema bastante polémico, de verdad nos encantaría conocer su posición sobre él.